Rutinas familiares: cómo y por qué funcionan
Rutinas: lo básico
Se establecen rutinas familiarescómo se organizan las familiaspara hacer las cosas, pasar tiempo juntos y divertirse. Las rutinas ayudan a los miembros de la familia a saber quién debe hacer qué, cuándo, en qué orden y con qué frecuencia.
Las rutinas también les permiten a sus hijos saber qué es importante para su familia. Por ejemplo, las rutinas realmente especiales a veces se denominan rituales . Estos pueden ayudar a fortalecer sus creencias y valores compartidos y a desarrollar un sentido de pertenencia y unión en su familia.
Por qué las rutinas son buenas para los niños
Las rutinas pueden ser buenas para los niños por varias razones.
Seguridad, pertenencia y relaciones
Las rutinas pueden ser parte de un entorno hogareño organizado y predecible, que ayuda a los niños y adolescentes a sentirse seguros, protegidos y cuidados. Y una vida familiar predecible también puede ayudar a los niños a sobrellevar cambios en el desarrollo como la pubertad o eventos de la vida como el nacimiento de un nuevo hijo, el divorcio, una enfermedad o una mudanza.
Además, las rutinas basadas en divertirse o pasar tiempo juntos fomentan un sentido de pertenencia y fortalecen las relaciones familiares. Por ejemplo, leer un cuento juntos antes de acostarse, compartir comidas familiares regulares o divertirse con su hijo antes de la práctica de fútbol puede ser un momento especial para usted y su hijo.
Habilidades y responsabilidad
Teniendo quehaceres como parte de las rutinas familiares ayuda a los niños y adolescentes a desarrollar un sentido de responsabilidad y algunas habilidades básicas como la administración del tiempo. Estas son habilidades que los niños pueden usar de por vida.
Y cuando los niños pueden hacer sus partes de la rutina con menos ayuda o supervisión de su parte, también les ayuda a ser más independientes.
Hábitos saludables
Las rutinas pueden enseñar a los niños más pequeños hábitos saludables, como cepillarse los dientes, tomar medicamentos con regularidad, hacer ejercicio o lavarse las manos después de ir al baño.
Esto significa que las rutinas pueden ser buenas para la salud de los niños. Por ejemplo, los niños que se lavan las manos con más frecuencia pueden tener menos probabilidades de contraer resfriados y otras enfermedades comunes.
Además, las rutinas pueden reducir el estrés y reducir el estrés es bueno para el sistema inmunológico de los niños.
Las rutinas diarias también ayudan a configurar nuestro reloj biológico. Por ejemplo, las rutinas a la hora de dormir ayudan a los cuerpos de los niños a 'saber' cuándo es el momento de dormir. Esto puede ser de gran ayuda cuando los niños llegan a la adolescencia y su reloj biológico comienza a cambiar.
Por qué las rutinas son buenas para los padres
Las rutinas requieren algo de esfuerzo para crearse. Pero una vez que los ha configurado, tienen muchos beneficios:
- Cuando la vida está ocupada, las rutinas pueden ayudarlo a sentirse más organizado y en control, lo que reduce su estrés.
- Las rutinas regulares y constantes pueden ayudarlo a sentir que está haciendo un buen trabajo como padre.
- Las rutinas ayudan a su familia a realizar sus tareas diarias de manera más eficiente y a liberar tiempo para otras cosas.
- Las rutinas a menudo significan que no tiene que resolver disputas y tomar decisiones. Por ejemplo, si el domingo por la noche es noche de pizza, nadie necesita discutir sobre qué hay para cenar.
Puede ser fácil sobreprogramar la vida familiar. Las rutinas tienen muchos beneficios, pero también es bueno para los niños y los padres tener tiempo libre para jugar, relajarse o ser creativos.
¿Qué hace una buena rutina diaria?
Una buena rutina es aquella que se adapta a tu familia. También tiene tres características clave.
Bien planeado
En una buena rutina, todos comprenden sus roles, saben lo que deben hacer y ven sus roles como razonables y justos. Por ejemplo, sus hijos saben que se turnan para lavar y secar cada noche después de la cena. A medida que los niños crecen, pueden participar en la planificación de las rutinas.
Regular
Las buenas rutinas se vuelven parte de la vida familiar diaria. Por ejemplo, es posible que todos estén ansiosos por las barbacoas del domingo por la noche con los abuelos de sus hijos.
Previsible
En una buena rutina, las cosas suceden en el mismo orden cada vez. Todos saben qué esperar del día. Por ejemplo, siempre lava los uniformes escolares los fines de semana, de modo que sepa que estarán listos para el lunes por la mañana.
Rutinas para niños con discapacidad puede ser de gran ayuda. Pueden ser incluso más importantes para los niños que tienen dificultades para comprender o afrontar el cambio.
Niños pequeños y preescolares: ideas para las rutinas diarias
Para los niños pequeños y en edad preescolar, podría tener rutinas para:
- preparándose en la mañana
- comer comidas
- pasar tiempo jugando y hablando juntos
- leyendo libros o contando historias
- tener tiempo de tranquilidad y acostarse por la noche.
También podría tener rutinas semanales para citas de juego o guardería , viajes al parque o visitas a la familia extendida. Su hijo probablemente esperará estos eventos especiales cada semana.
Niños en edad escolar: ideas para las rutinas diarias
Para los niños en edad escolar, podría tener rutinas para:
- prepararse por la mañana y acostarse por la noche
- realizar actividades extraescolares como pasatiempos o deportes
- hacer las tareas del hogar, por ejemplo, poner la mesa para cenar, desempacar el lavavajillas, ayudar a lavar la ropa o cuidar de las mascotas
- haciendo tarea.
Para los niños en edad escolar, puede ser más flexible con las rutinas durante las vacaciones escolares. Puede dejar que su hijo se quede a dormir un poco más tarde, tener citas adicionales para jugar con sus amigos o pasar un poco más de tiempo jugando videojuegos.
Adolescentes: ideas para la rutina diaria
Para los adolescentes, podría tener rutinas para:
- prepararse por la mañana o relajarse después de llegar a casa de la escuela
- lavar la ropa u otras tareas domésticas, como hacer camas y limpiar habitaciones
- haciendo tarea
- realizar actividades extraescolares, incluidos pasatiempos o deportes
- Pasando tiempo con la familia
- relajarse antes de acostarse.
Los niños mayores y los adolescentes pueden superar o comenzar a desafiar algunas rutinas. Probablemente deba ser flexible y adaptar las rutinas a medida que sus hijos crezcan. Por ejemplo, es posible que deba ajustar la hora de dormir o las tareas del hogar.